12 Septiembre 2020

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Cabezo Negro de Zeneta

Zeneta. Murcia

Esta vez nos dirigimos a lo que queda del volcán Cabezo Negro, en La Zeneta
Hacemos la quedada inicial en el Bar de Lo Ramos, allí nos juntamos 3 coches de socios, por un lado Paco Mayor y su mujer Mari Carmen, por otro Pedro López, Pablo y Miguel.
Tomamos café y seguidamente vamos hacia Cabezo Negro, la entrada principal a la cantera se encuentra cerrada a candado como siempre, pero esta vez en vez de aparcar, cogemos el camino anterior, propiedad privada que vemos abierto con intención de hablar con el dueño para pedir permiso para atravesar la finca con los vehicuos con el fin de acceder a la cantera..
Los primeras piezas de calcedonia, aparecen rápido, a pesar de ser un lugar sobreexplotado, resulta curioso la cantidad de piezas buenas que van apareciendo, no solo salen calcedonias solas, también salen piezas acompañada de cristales de calcita maclados, por norma general blancos o transparentes, pero en algunos casos amarillas e incluso salen un par de piezas con gris oscuro.
Aparecen muy buenas piezas, y de buenos tamaños, algunas con formas muy peculiares, tipo disco y Pedro localiza un pequeño afloramiento donde salen las “bolitas” sueltas sobres la matriz.
Cerca de ese yacimiento Miguel descubre lo traicionero que puede llegar ese tipo de terreno, ya que si pierdes el apoyo en las laderas de roca desquebrajada, todo lo que intentes agarra te acompañará en tu caída, siendo peligrosos los desprendimientos.
Nos reunimos de nuevo en el punto de salida, donde decidimos ir a descargar a los coches, beber agua para reponer un poquito y nos dirigimos hacia la parte opuesta del volcán, en la zona alta.
La segunda parte de la salida la hacemos muy animados por la gran cantidad de piezas buenas obtenidas, aprovechamos la sombra de los limoneros mientras comenzamos el ascenso atravesando bancales.
Por el camino se empiezan a ver los primero Ópalos, aunque de muy mala calidad, no es hasta llegar al yacimiento donde empiezan a salir buenas piezas.
Al. Igual que en la primera parte con las calcedonias, resulta curioso después de tanta explotación coleccionista, que salgan piezas buenas, no sólo Ópalos, también salen calcitas y algunos Ópalos juegan con la coloración dando piezas muy bonitas y variadas.
Tremendamente cargados, comenzamos a bajar el cerro, y de nuevo atravesando limoneros nos dirigimos hacia los coches para dejar el material.
Acabamos la quedada comiendo juntos en el bar que visitamos a la mañana, finalizando así está gran salida, y debido al retraso de la comida, se convirtió en una gran sobremesa donde hablamos, de piedras, astronomía, botánica, ácidos y también destripamos algún cabroncete.