30 Noviembre 2012

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Rambla de Baños y Mendigo

Murcia

La rambla de Baños y Mendigo, que toma su nombre de la pedanía murciana del mismo nombre, es un lugar ciertamente emblemático en la región de Murcia, no ya por su cercanía a la capital y su fácil acceso en paralelo a la autovía, sino por haber constituido un frecuente lugar de estudio, y visitas escolares desde hace ya muchos años. De hecho, en el momento en que abandono la rambla, llega un autobús escolar para una visita educativa.
El inicio de la Rambla está jalonado de grandes bloques de arenisca con un importante grado de compactación en los que se pueden apreciar infinidad de icnofosiles o icnofacies, trazas fósiles consistentes en una perforación perpendicular al plano de estratificación con forma diversas. Es común que aparezcan en sedimentos Mesozoicos y Cenozoicos. Podemos clasificar los icnofósiles de la rambla de Baños y Mendigo como ophiomorfa, esto es, galerías rectas o levemente curvadas excavadas por pequeños crustáceos del Mioceno Tortoniense superior, que se encuentran sin embargo sometidos a un importante grado de erosión. El resto del paraje se encuentra compuesto de margas del tipo “Bad Lands” o tierras baldías, ricas en Yeso en las que solo caben plantaciones de Olivo o Almendro.
La zona se encuentra sumamente expoliada en lo que a restos fósiles se refiere, ya que son muchas las generaciones que han pasado por la zona. Las sucesivas obras en la autovía han deteriorado mucho este paisaje, que constituye el inicio de la plataforma oceánica que llegaba hasta la pedanía cartagenera de Canteras, que ha sido objeto de otro reportaje reciente.
Las piezas del genero Ostrea, presentan un color negro parduzco, por el efecto de las inclusiones de limonita y óxidos de hierro provenientes de las aguas que bajan del alto del cerrillar, donde existen desde antiguo explotaciones de mineral de hierro. Este fenómeno se puede observar, en la mayoría de los restos que aun se pueden encontrar, y es fácilmente apreciable en las muestra que he fotografiado.
Tradicionalmente la rambla está seca la mayor parte del año, pero el pluvioso otoño ha formado grandes charcos.

José Miguel Martinez Nadal