15 Octubre 2011
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Barranco del Infierno. Librilla. Murcia El Barranco del Infierno se encuentra aguas arriba de la Rambla de Librilla, y ambos espacios presentan un alto interés científico y didáctico desde los puntos de vista estratigráficos, sedimentológicos y geomorfológicos. Es más; se considera la zona de interés regional, e incluso, en algunos aspectos sedimentológicos y geomorfológicos, nacional, por las formas peculiares producidas por la erosión hídrica . El Barranco del Infierno nace en los Llanos de Barqueros (Fuente Librilla), como una prolongación del paisaje protegido de Gebas. tierras margas impermeables al agua, ricas formaciones de yesos, testeros planos; una sobrecogedora geografía de cartón piedra que soporta temperaturas superiores a 40 grados y unos escasos 260 milímetros anuales de lluvia. Pese a tan adversas condiciones, sobreviven en este espacio natural de 1900 hectáreas el garnacho, el amaranto, la uña de gato, la escobilla y el esparto, y por lo que respecta a la fauna, no falta el lagarto ocelado, la culebra de escalera, el zorro, el conejo, la liebre y el erizo común. En el año 1154, Al Idrisi, destacado geógrafo y autor de la obra Recreo de quien desea recorrer el mundo, citó Librilla por primera vez con el nombre de Limbraya, cuyo significado literal es «Barranco de los Espectros». Al Idrisi se refería al tajo o hendidura que divide la población y hace las veces de vertedero donde florecen miles de chumberas. Es tan profundo y vertical que produce pavor: aún hay viviendas abocadas al vacío, algunas de ellas construidas sobre los cimientos del legendario castillo dotado de siete torres y anchas murallas que durante la reconquista controló el camino de Al Andalus. El pasado sábado día 15 de Octubre acompañados de la familia Carrasco hicimos una salida de mañana al paraje denominada Rambla salada y barranco de los Infiernos. La bajada a la rambla al no encontrar mejor camino la hacemos monte a través salvando diversos desniveles de zonas arcillosas con mucha piedra suelta. Tan solo llegar a la rambla recibimos la inesperada visita de un Zorro, a todas luces herido por algun cazador, que se deja fotografiar sin apenas huir. Durante el largo paseo por la rambla encontramos numerosas muestas de halita masiva, Yeso Alabastro en gigantescos bloques, las clásicas rosas del desierto color caramelo, y un pequeño yacimiento de una pequeñas caracolas fósiles que parecen ser del genero galva subpalustris.
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