El pasado sábado fui con Alvaro a
una de las ramas del complejo Herculano. Con la prudencia que
siempre tengo al ir acompañado de un niño, avanzamos unos 50 metros
a través de dos pasillos iridiscentes por efecto de la
cristalización, hasta llegar a una sala con algún material
interesante. Después de fotografiar unas cochinillas sin pigmento
muy propias de cuevas sacamos dos piezas de calcita muy hermosas y
una Goethita. Resulta muy difícil fotografiar el aspecto
"estrellado" de las paredes de la sala, aún así, acompañamos alguna
fotografía.
En fin, una pequeña excursión con tres piezas, que una vez limpias
nos han gustado mucho. |