El Cañón de los Almadenes, se encuentra situado en
las cercanías del Poblado de las Minas (Albacete), al cual podemos
acceder por un camino existente justo enfrente de la estación vieja.
El poblado recibe este nombre a consecuencia del alumbramiento de
azufre que existe en la zona y que ya explotaron los romanos. Hay
constancia documental de estas minas desde 1569 y a partir del siglo
XVIII se encuentran a un alto ritmo de producción.
El poblado incrementó notablemente su población pues
a mediados del siglo XIX casi la totalidad del azufre español,
imprescindible para fabricar la pólvora, procedía de allí. Como en
tantas ocasiones ha ocurrido, el agotamiento de los filones más
ricos y la competencia con el azufre francés y americano provocaron
el cierre de las mismas en 1960. En el año 1980, el poblado de Las
Minas se vendió por siete millones de pesetas como coto privado que
era y todavía lo es.
Pero no perdamos de vista nuestro tesoro natural que
es el cañón. Como decíamos, desde el camino frente a la estación
vieja proseguimos por un túnel que se conecta con un antiguo pozo
minero, pasando después por la Central Eléctrica y continuando hasta
llegar al mismo Cañón de los Almadenes.
Se trata de una garganta en cuyo fondo se enclava el
río Mundo. Es un desfiladero formado por la erosión que el río ha
realizado en la roca, destacando sus formaciones cársticas y las
surgencias de agua por doquier.
El acceso propiamente dicho hasta el cañón se efectúa
a través de una pasarela metálica junto a uno de los paredones que
encajonan el río. De repente nos encontramos con una vista
espectacular y con un ruido ensordecedor por la caída de las aguas
del río Mundo que, desde hace miles de años, ha ido formando este
excepcional paisaje de paredes calcáreas.
El conjunto tiene una belleza soberbia y su
encajonamiento sirve para dar salida a las aguas del pantano de
Camarillas que se encuentra unos kilómetros arriba.
J. Alfredo Gómez Pascual
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