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Salida de campo de los
compañeros Julio y Estela, a Lanzarote, (Islas Canarias) en busca de
Olivina.
La isla de Lanzarote, en el archipiélago canario, es famosa y
conocida mundialmente por sus volcanes y por la Olivina , piedra
semi-preciosa, de bellos cristalitos verdes, de donde le viene el
nombre y que se puede encontrar en las rocas volcánicas, lavas y
basaltos, que son el 70 % de la superficie de la isla.
El problema, para los aficionados a los minerales, es múltiple. Por
un lado, la necesidad de respetar las zonas del Parque Nacional,
donde ni siquiera se puede pisar. Por otro lado, la gran dureza de
la matriz donde encontramos la Olivina, generalmente basalto, que
impide cualquier intento de extracción o fraccionado. Además que no
está muy claro si está permitido el picar para extraerla, aunque sea
fuera del Parque Nacional. Las piezas que puedes encontrar de adorno
en multitud de comercios, nadie confiesa que las haya extraído
directamente. Suelen comentarte que las han encontrado con motivo de
alguna obra o junto a alguna carretera, donde alguna maquina las
había arrancado de su lugar de origen.
Y finalmente está el último obstáculo. Su peso, ya que en los
aviones el peso máximo del equipaje por persona, está en 20 kgs. Lo
que te deja muy poco margen, ya que una pieza de Olivina, del tamaño
de una pelota de tenis sobrepasa fácilmente los 300 grs. A lo que
hay que añadir que varias personas me aconsejaron no llevar piezas
en el equipaje de mano ya que corría el riesgo de que me las
confiscasen al pasar los controles policiales. Es mejor llevarlas en
las maletas. No sé lo que habrá de cierto en todo esto, pero por
precaución me traje los mejores ejemplares en las maletas, rozando
el límite de peso permitido y para probar, puse algunos trozos mas
pequeños en mi mochila, que llevaba en la mano. La verdad, nadie me
dijo nada y el escáner me dejó pasar con mi pequeña carga de prueba,
sin ningún contratiempo.
Resumen. Una visita al país de los volcanes, que no olvidaré nunca.
Como tampoco olvidaré los preciosos ejemplares de Olivina que me ví
obligado a dejar en la isla.
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