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Lavadero Roberto y Túnel José Maestre
Portman Murcia
Imágenes de Alfredo Gómez Pascual
La Sierra Minera de Cartagena-La Unión, en la Región de Murcia, constituía, y constituye, uno de los distritos mineros más importantes de España y el más representativo por sus yacimientos de hierro (Fe), plomo, (Pb) y zinc (Zn), de gran interés minero.
En la Sierra Minera existían dos importantes núcleos de población: El Garbanzal y Las Herrerías. Merced al negocio minero, ambos núcleos habían experimentado un importante crecimiento hacia el año 1860. Las desavenencias entre ambos núcleos de población eran constantes, pues cada uno deseaba crear su propio municipio. La solución la ofreció, finalmente, el General Prim, en el año 1868 cuando llegó a Cartagena, proponiendo que ambas poblaciones se fusionasen en uno solo que, a partir de entonces, se denominaría La Unión, quedando constituido como tal municipio el 1 de enero de 1869.
Pero aquí no terminaron las disputas, pues con motivo del crecimiento de habitantes y económico de La Unión, los unionenses entraron en conflicto con Cartagena para constituirse en municipio independiente de Cartagena, hecho que lograron en 1.898, absorbiendo a la pedanía de Portmán.
El Puerto Grande de Portmán (“Portus Magnus”), desde donde partían las galeras romanas cargadas de plata que extraían del distrito minero de Cartagena-la Unión, y cercano a las minas de la Sierra Minera, se convirtió en un enclave estratégico desde la época romana, siendo numerosos los restos arqueológicos e industriales de las explotaciones mineras y sus instalaciones para la fundición del mineral por toda la zona.
En septiembre de 1930 se constituyó la sociedad Zapata-Portmán, con un capital social de 26 millones de pesetas, suscrito a partes iguales entre la familia Maestre-Zapata y la multinacional francesa Sociedad Minero Metalúrgica de Peñarroya-España (SMMPE). Esta sociedad se hizo con el control de una decena de minas en las poblaciones de La Unión, Cartagena y Mazarrón, todas en actividad de numerosas concesiones mineras.
Desde 1945 se iniciaron las explotaciones a cielo abierto en la Sierra Minera, debido a la “baja ley” y gran volumen de estos criaderos, así como a su ubicación cercana a la superficie, circunstancia que hacía muy recomendable este método minero. Al tiempo, se fueron acometiendo obras de importancia como la de la construcción del Lavadero “Roberto” en 1957, con una extracción de minerales que alcanzó las 134.000 toneladas.
El lavadero pasó por diversas ampliaciones entre 1958 y 1968 y, finalmente, el 4 de mayo de 1972 se inauguró la ampliación del mismo hasta alcanzar un procesamiento de 2,1 millones de toneladas anuales de minerales procedentes de las canteras Emilia, Gloria, Los Blancos y San Valentín.
Desde su construcción, y puesta en servicio, se planteó el tema de los “fangues”. El objetivo era evitar estos vertidos de líquidos con sólidos en suspensión (ganga minera, productos químicos, zinc, cadmio, plomo, restos reactivos, agua y tierra) que nunca fueron cumplidos por Peñarroya.
El lavadero se componía de tres molinos de bolas que, a su vez, alimentaban otros tantos circuitos de flotación, con capacidad para procesar 2400 toneladas diarias de mineral bruto. Un ferrocarril eléctrico lo unía con la cantera Emilia, a través de un pozo tolva de 220 metros de profundidad y del túnel José Maestre. En 1978, se amplía nuevamente la capacidad del lavadero hasta alcanzar la cifra de 8000 toneladas diarias de procesado de mineral bruto.
El total de estériles vertidos al mar prácticamente llegó a los 50 millones de toneladas, de los que 30 millones permanecen emergidos y el resto bajo el agua, aterrándose 8 km2 de la plataforma continental hasta una profundidad de 150 metros.
Así fue la triste, y no olvidada historia en el recuerdo colectivo, de la gran catástrofe ambiental del Mediterráneo que acabó por colmatar de estériles toda la bahía de Portmán, a través del lavadero de flotación más grande de Europa, que permitía, en síntesis, la eficaz separación física y química de sólidos y líquidos.
Con el proyecto de recuperación de la bahía de Portmán, se pretende, básicamente, un retranqueo de 250 metros con respecto a la línea de la playa actual, así como el dragado, secado y transporte a la corta minera San José de 185.000 m3 de estériles, construyendo una súper balsa de lixiviados drenados, procediendo al sellado y restauración ambiental de todo el vertedero.
San Pedro del Pinatar, 18 de febrero de 2025
J. Alfredo Gómez Pascual
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