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15 Octubre 2020
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Explotación los Serranos
Hondon de los Frailes. Alicante
Para esta salida nos hemos juntado bastantes personas Pedro López, Jair, Miguel, Kiko, Moisés , Juan González y su mujer, Carmen y por último lugar Beatriz, JuanFran y Mariela.
Después de tomarnos unas copas de sol y sombra en el Fogón del fraile, y esperar a Miguel que llegó tarde por que estaba viendo un documental de monos en la tele, nos dirigimos hacia la cantera de los serranos.
La ofita de esta cantera es producto del magma que se enfrió lentamente debajo de la corteza terrestre, en este caso es un “Sill” formado de manera horizontal, entre el periodo Noriense y el Ansiense, Ambos del triásico, oscilando entre los 228 y los 247 millones de años.
Empezamos haciendo una primera exploración en la parte superior y luego ya por grupos, siempre excluyendo al piritas, nos bajamos a las zonas inferiores dónde nos vamos separando.
Resulta muy difícil encontrar una zona donde extraer piezas buenas, ya que debido a la fama de esta cantera, se hace muy difícil encontrar un hueco donde poder meter el cincel, además en esa ofita más dura qué coraza de IronMan resulta muy difícil la extracción de buenas piezas.
Casi todo el material del suelo carece de valor coleccionista o se encuentra muy marcado por golpes y volteos.
Todo el material extraído digno de recoger se encuentra en los dos niveles más superiores de la cantera.
Como anécdota Jair, emulando a Paco Mayor, se llevó 2 piezas de grandes dimensiones, una de ellas, una ofita con Clinozoisita llena de granates, encontrada por Moisés, que ni Miguel, ni el Presi, fueron capaces de fraccionar.
Uno de los mejores hallazgos fue de Carmen, una pequeña matriz con cuarcitos azules.
El grupo se despide sobre las 12:15, los 3 locos del día, Jair, Miguel y Kiko, se quedan sacando más material y sobre las 13.30 abandonan la cantera, haciendo el camino de vuelta guiados por el rastro de sudor y sangre que dejó Jair subiendo la primera piedra mientras dejaba su segundo rastro, ansiando la litrona que nos bebimos después en el Fogón.
Como siempre una mañana muy agradable, donde todos aumentamos nuestra colección, nuestra amistad, y nuestro síndrome de Diógenes.
Crónicoa de Miguel |