• DONNAY, Gabrielle

    (1920-1987)

    Gabrielle Donnay, de soltera Hamburger. Nació el 21 de marzo de 1920 en Landeshut, Silesia Alemania (actualmente es de Polonia).

    Su padre era un fabricante textil, y su madre tenía la carrera en la música. Siendo joven sintió intereses por los deportes al aire libre, y el violín.

    Aprobó el examen para la admisión en la Universidad de Oxford, pero decidió emigrar a los Estados Unidos. A la edad de 17, llegó a Quebec, preparada para las aventuras de una vida muy diferente en un nuevo continente, desde allí marchó a Los Ángeles dónde le esperaban unos amigos de la familia. Cuatro años después, se graduó en la UCLA (Universidad de Los Ángeles) con los más altos honores en química. Gabrielle durante toda su vida demostró un especial interés por el estudio de la estructura de cristales, de hecho su primer escrito lo tituló " "The crystal structure of diphenylselenium dibromide.". Pronto siguió un segundo documento sobre la analogía del cloro-presión. Uno se da cuenta en seguida de que no era una vulgar estudiante, Martin J. Buerger también vino a esta conclusión y la animó para que aplicara su considerable talento en la investigación en el mundo de minerales. Para su Doctorado (tesis), abordó y solucionó la impresionante estructura rombohedral de la turmalina, no usando técnicas fotográficas y sin más lujos que una calculadora eléctrica de escritorio. Se graduó del Instituto de Tecnología de Massachusetts en 1949.

    La turmalina le proporciono los desafíos en los cuales prosperó. Un grupo mineral apropiado para los comienzos de un científico inquisitivo, bien-disciplinado en su carrera con un interés en la relación entre las características físicas de un mineral y de su estructura, su tercer escrito, simplemente lo tituló “La estructura de la turmalina”. A este le siguieron no menos que 13 escritos importantes sobre la turmalina, incluyendo su descripción en 1966 de la buergerita cuyo nombre se dio en honor de Martin Buerger, y una declaración definitiva en 1917 en su "Structural mechanism of pyroelectricity in tourmaline." No se va a valorar el impacto de cada uno de sus 134 escritos, pero el cuarto merece una mención especial. Titulado "The one-dimensional crystal. I. General," lo publicó en 1949, era Gabrielle co-autor J.D.H. Donnay, en aquel tiempo trabajador en la Universidad Johns Hopkins. Gabrielle y Joseph Donnay se casaron en julio de 1949. Así comenzó una fructífera colaboración de más de 37años, que dio un equipo formidable de cristalográfos al mundo, él experto en química del cristal y en la cristalografía estructural, más versada en los aspectos topológicos y morfológicos de las estructuras. Aunque nunca se exigió saber mucho sobre geología, hizo contribuciones importantes y duraderas de casi todos las mayores formaciones-rocosas minerales: cuarzo, feldespato alcalino, plagioclasa, nefelina, Filosilicatos, espinelas, carbonatos, pumpellita, estaurolita, olivino, piroxeno, y diamante. La recordaremos por su gran visión de los mecanismos de la solución sólida, la fenomenología de la fase de transición, el papel del Hidrogeno en el orden de las reacciones y en la re cristalización de los subsolidos, la naturaleza de la vinculación atómica., el grado y las implicaciones de la sustitución del OH por O, y el origen del inter crecimiento en los cristales.

    Pasó veinte años en el Laboratorio Geofísico, de la Institución Carnegie de Washington. Aprendió mucho de los sabios Bowen. Schairer, Tuttle, Yoder, y Kullerud, e indudablemente dio mucho a cambio. En 1970, después de la jubilación de su esposo de la Universidad Johns Hopkins, los Donnays eligieron seguir sus nuevos desafíos en un nuevo campo. Ella dejó el grupo de experimentalista y se hizo miembro de una sección fuertemente orientada en la Universidad de McGill.

    Llegó rápidamente a las conclusiones con la pregunta: ¿cuánta cristalografía debemos enseñar a geólogos? Su papel sobre el tema (1978) y el manual de laboratorio en cristalografía ambos los desarrolló en los cursos en la McGill... El manual todavía se comercializa al costo nominal por la Asociación Mineralógica de Canadá.

    Tenía una curiosidad irreprimible que llevó a importantes contribuciones importantes en la biocristalografia y ciencias de la materia. Vio la cristalografía como una tierra común dónde químicos, físicos, bioquímicos, mineralogistas, ingenieros, y científicos tenían una apuesta importante. Nunca se alejaría de un problema desafiante que involucra cristales en cualquier campo...Ella vio que la turmalina sería el primero de los minerales examinados por la alta- resolución de transmisión electrón microscópica.

    Gabrielle se involucro en la lucha de las mujeres por conseguir la igualdad de derechos con el hombre, el trabajo en las ciencias, había estado prácticamente destinado en exclusiva para los hombres y ella pisaba fuerte en este terreno y aunque ella estaba muy satisfecha con el trato que se le había dado en su trabajo científico, no eran así los datos estadísticos en general, por lo que perseguía la igualdad tanto en l salario como en las oportunidades de trabajo, y, para denunciar las injusticias del sistema escribió: Women in the Geological Sciences in Canadá. Además organizó un simposio que lo tituló " Las Mujeres en la Cristalografía " en su reunión de 1986.

    Por su carrera llena de logros científicos en las áreas de mineralogía y cristalografía, en E.E.U.U. y Canadá, le fue otorgada la Past Presidents' Medal de la Asociación Mineralógica de Canadá en 1983. Esta medalla de oro le causo una sensación gratificante, también recibió honores pues su nombre fue puesto a dos minerales, la "Gaidonnayita" y la "Donnayita", ambas especies fueron descubiertas en el Mont St, Hilaire, no lejos de su residencia.

    Ella estuvo siempre consagrada a su familia, a José y a sus dos hijos, Alberto y Víctor cuyos logros la llenaron de orgulloso. Era una ferviente admiradora de los esfuerzos de Alberto en Nuclear Free América.

    El grabado de su lápida en el cementerio Pigeon Hill, de Quebec, dice: ¡El " nacionalismo en la edad nuclear puede llevar a la destrucción de toda la vida en la tierra! Huye de él y guardas nuestro planeta vivo”.

    Los logros de Víctor en el área de topología y su decisión para continuar con sus padres en la academia dieron un fuerte empujón a Gabrielle durante el tiempo que duro su batalla contra el cáncer que padecía. Murió en su casa, al lado del Mont Sant Hilaire, el 4 de abril de 1987

    Autor: José Luis Zamora Rubio