• DOLOMIEU. Deodat de Gratet de.

    (1750-1801). DOLOMIEU. Deodat de Gratet (1750-1801)Déodat-Guy-Tancrède de Gratet de Dolomieu, Francés, miembro del Instituto nacional,

    Comendador de Malta, nacido el 23 de junio de 1750 en Tour-du-Pin (Isere) Hijo de Messire François de Gratet marqués de Dolomieu?, y de María-Françoise de Béranger.A la edad de dos años, su padre pagó para él un derecho para permitir convertirse en caballero de la Orden de Malta, lo que implicaba la necesidad de cumplir con los votos de obediencia, pobreza y castidad (prohibición de contratar matrimonio).

    En 1768, en una escala en Gaeta, entre Nápoles y Roma, mató a un camarada en un duelo, por lo que se le condenó a cadena perpetua. No obstante, gracias a la mediación del duque de Choiseul, en nombre del rey Louis XV, y del cardenal Torrigiani, ante el papa Clemente XIII, su condena se redujo finalmente a nueve meses de detención, que aprovechó para adquirir cultura leyendo las obras que sus camaradas le aportaban de la biblioteca, quedando libre en marzo de 1769, que le permitió embarcar de nuevo en un crucero que le llevó a Pantelleria, en octubre de ese año.

    Poco después, volvió a Francia y residió un tiempo en Grenoble donde se forjó una reputación de gran seductor, que habrían inspirado a Choderlos de Laclos, algunas características de su personaje Valmont de su obra “Las amistades peligrosas”.

    Dolomieu se reintegró a su regimiento de fusileros Metz y frecuentó los centros culturales de esta ciudad que se enorgullecía de una Academia de renombre.

    Siguió con interés los cursos de química de Juan-Bautista Thyrion, boticario importante del hospital militar, que, dicho sea de paso, sedujo a la hija. En Metz, Dolomieu conoció al duque Alexandre el Rochefoucauld, coronel del regimiento de Sarre y miembro de la Academia de las ciencias, un encuentro que se reveló decisivo ya que gracias a él se inició en geología y en mineralogía.

    En 1775, viajó a Anjou y Bretaña, allí visitó varias minas y se interesó por la formación del salitre. De vuelta en París, frecuentó el salón de la duquesa d’ Enville, madre d’ Alexandre de Rochefoucauld, y conoció a Daubenton.

    En agosto de 1776, vuelve a Malta. Dos años más tarde, se le designó como secretario de Camille el príncipe de Rohan a quien se había confiado una embajada en Portugal. Es así como residió en la primavera de 1778 en Lisboa donde pudo observar el basalto que él consideró como un “fuego”, preguntándose al mismo tiempo si podía existir una relación, entre estos antiguos volcanes y los terremotos, entre ellos uno que había destruido Lisboa unos veinte años antes.

    Escribió al respecto varias cartas a de Saint-Fond, que las publicó inmediatamente en sus “Investigaciones sobre los volcanes apagados de Vivarais y del Velay (1778)”.

    En otoño de 1778, viaja a Lyon para su nombramiento de caballero de la Orden de Malta. Dos años más tarde se le nombra Comendador de Santa-Anne, cerca de Eymoutiers (Alta Viena), lo que le garantizará unas rentas sustanciales.

    En 1781 emprende el estudio del Etna, y de los volcanes activos de las islas Lípari (Stromboli y Vulcano), lo que dará lugar a la publicación de su Viaje a las islas de Lípari (1783) y la Memoria sobre los volcanes apagados del Valle di Noto en Sicilia (1784).

    Mientras tanto, fue a Toulouse, dónde realiza excursiones a los Pirineos centrales en compañía de su amigo Picot de Lapeyrouse. Se persuade de que la inclinación de las capas resulta de su rectificación y que la ofita es un” fuego” mientras que su inventor, Pierre- Bernardo Palassou había visto el año anterior “materia arcillosa”. Pero Dolomieu no publicó estas observaciones, saliendo publicadas por Alfred Lacroix en 1918.

    Un período turbulento comienza para Dolomieu cuando en 1783 es nombrado teniente general de la Orden de Malta y gobernador de la Valeta ya que rápidamente va a entrar a la vez en conflicto con el Gran Maestre y con el rey de Nápoles, protector de la Orden, que va a pagar las consecuencias al final de su vida.

    Dimite de su cargo después de algunos meses y, así libre, va en febrero de 1784 a estudiar los efectos del seísmo que ha devastado Calabria y ha destruido la ciudad de Mesina el año anterior. Se toma el tema de una tesis publicada el mismo año, en la cual hace gala de una gran perspicacia, dice que hay terremotos que son como efectos secundarios del vulcanismo según la “teoría de las cavidades” por la cual, las materias volcánicas del Etna, originan grandes cavidades, responsables de la inestabilidad de la corteza terrestre, así se habrían formado la baja Calabria. Se preocupa, en particular, en determinar el centro de la explosión (epicentro) y estudiar su migración de una sacudida a otra. Constata también que la intensidad de las destrucciones depende a la vez de la naturaleza del suelo (los edificios construidos sobre rocas movibles son los que sufren los daños más importantes) y la calidad de la construcción.

    Durante el verano de 1784, Dolomieu está en Roma. Aprovecha para examinar la colección de Velletri sobre antigüedades griegas y romanas de Stefano Borgia, en vista de una obra que el proyecta sobre las ¿piedras susceptibles de pulir?. Hay, una en particular, que los antiguos escultores utilizaban, un mármol especial (mármol griego duro) especialmente resistente a las inclemencias. En 1786, decide ejecutar su candidatura en el Consejo de la Orden. Fracasando, inicia procedimientos en Roma, luego en París, pero los mismos no tienen éxito ya que sus adversarios recurren sistemáticamente.

    El año 1789 fue en varios aspectos capital para Dolomieu. En junio, está en Roma y posa para Angélica Kauffman que pinta su retrato, el único que se pinto en su vida. De agosto a octubre, emprende, en compañía de Fleuriau de Bellevue (1761-1852) una expedición de 300 leguas a través de las montañas del Tirol, incluida la parte meridional que casi un siglo más tarde, en su honor tomaría el nombre de los Dolomitas. Está en el macizo de Brenner — más exactamente en el del Stubai, al oeste del estrecho de Brenner — que fue donde Dolomieu encontró la famosa “piedra calcárea muy poco efervescente con los ácidos y fosforescente por la colisión” que Nicolás-Théodore de Saussure, el hijo de –Horace Bénédict de Saussure (1740-1799), hizo famoso por sus viajes a los Alpes, se nombrará “¿dolomía” tres años más tarde.

    En 1791, decide volver a Francia. Llegará a Marsella en junio y luego a París. Favorable a las nuevas ideas, participa en las actividades del Club 89, que agrupa monárquicos constitucionales entre ellos, Lacepède, Lamarck, Lavoisier y Delamétherie, luego se incorporará al club de Feuillants, dónde encuentra a su amigo Alexandre el Rochefoucauld y la Fayette. Comienza también a publicar una Memoria sobre las piedras compuestas (1791- 1792), donde desarrolla su teoría de la Tierra, muy inspirada en las ideas de Werner.

    Al año siguiente, la venta de los bienes de la Orden de Malta tiene como efecto privarlo de las rentas que obtenía el Commanderie de Santa-Anne. Se queda entonces sin recursos y se instala en Roche-Guyon dónde está refugiada la duquesa el Rochefoucauld y la duquesa d’ Enville después de la masacre d’ Alexandre el Rochefoucauld ocurrida en Gisors el 4 de septiembre de 1792. Hay época de Terror. No espera y hacia el final de ésta vuelve a los Alpes en la primavera de 1794 para visitar la mina Pesey (Alpes Altos). Es en está cuando en 1794 publica una memoria sobre la Distribución metódica de todas las materias incluida la forma de acumulación de las montañas volcánicas y la Memoria sobre las rocas compuestas en general y especialmente sobre los petro-sílex, las rocas y las rocas de cuerno.

    Nombrado ingeniero de las minas en 1795, elegido por el Instituto Nacional en diciembre del mismo año. En 1796, enseña de febrero a abril en la Escuela de Minas. Sabemos que el contenido de sus cursos, principalmente gracias a las notas tomadas y puestas en orden por Louis Cordier.

    Allí se desarrolla una clasificación de las rocas en cuatro categorías:- Terreno de precipitación, primitivo o primordial, que agrupa el granito, el gneis y la caliza cristalina azoica;

    Terreno de sedimentos estratificados de piedra caliza que contiene fósiles;

    Terreno de transporte en el cual se reconocen los restos de los dos terrenos anteriores;

    Terrenos formados por material volcánico expulsado de las profundidades de la Tierra por la acción del magma.

    En 1797, se vio obligado a interrumpir prematuramente su enseñanza, cuya lección inaugural se conoce sin embargo en el volumen 2 del Diario de Física de Juan-Claude Delamétherie, bajo el título Discurso sobre el estudio de Geología.

    En 1798, Dolomieu publicó su Informe sobre sus viajes del Año V y del Año VI. En mayo de 1797, había viajado a Auvergne donde estaba convencido del origen de las lavas.

    Después de haber comparado los volcanes de Auvergne y altos pirineos aisladamente basados en el granito, fue capaz de afirmar que “los agentes volcánicos residieron bajo el granito” y que “el granito no fuera la roca primordial pues necesariamente era posterior a las materias que soportan sus masas”. En julio del mismo año, había ganado los Alpes donde observa la estructura de las agujas graníticas de Chamonix, que se refuerzan mutuamente, y las losas de gneis del Monte Rosa, que dependen el uno del otro. Mencionó entonces la acción de “vertical refoulemen” producidos por una fuerza violenta

    Así acabó la obra geológica de Dolomieu. En efecto, una gran aventura le esperaba. A principios de 1798, había sido abordada por Claude Berthollet que, sin dejar de mantener el misterio, ha mantenido un gran proyecto de viaje., la expedición a Egipto. En mayo, Dolomieu embarcó en Toulon sobre el Tonnant. Bonaparte le obligó a negociar la capitulación de Malta, lo que tuvo posteriormente consecuencias desastrosas para él.

    Llegado a principios de julio a Alejandría, participó en los trabajos del Instituto de Egipto pero, en desacuerdo con Bonaparte, pidió después de algunos meses volver a Europa. No obstante hasta el 7 de marzo de 1799 no pudo dejar Alejandría, marchando a bordo de la Belle Maltaise. Se conocen las consecuencias, en particular, por el relato que escribió sobre los márgenes de su ejemplar de Minéralogie des volcans de Faujas de Saint-Fond: la violenta tormenta que obligó al incapacitado buque a refugiarse en el puerto de Taranto, cayendo entonces en las manos del rey de Nápoles, la captura, se le traslada a Mesina y encierro en solitario en un calabozo, donde no será liberado hasta el 15 de marzo de 1801.

    Dotado de’ una fuerza de carácter fuera de lo común, intentó no dejarse llevar por este golpe de mala suerte, ya que en este calabozo emprendió a redactar una primera versión de su obra sobre la filosofía mineralógica y sobre la especie mineralógica, cuyo manuscrito se conserva en los Archivos de la Academia de las ciencias. No obstante, los meses se sucedían, sin perspectiva de liberación y prácticamente sin noticias del exterior que a veces le llevaban a desesperar. Así cuenta el 12 de octubre de 1799: “Nunca la muerte fue tan vivamente deseada por mí. No pido ya a la fortuna que una enfermedad grave se me lleve en pocos días, no puedo decidir matarme, aunque lo esté intentando en algunos momentos?. El día 1º del año 1800, su moral cae de nuevo a lo más bajo: Cómo, dirá, no cruzar las barreras de una vida tan execrable; Estos y otros pensamientos los refleja en su Diario de cautiverio.

    Tuvo que sufrir catorce meses de encierro inhumano antes de recuperar la libertad el 15 de marzo de 1801. Su muerte se produjo a los ocho meses y medio de ser puesto en libertad, el 28 de noviembre de 1801 en Châteauneuf, en el municipio de Charolles (Saone-et-Loire).

    Autor: José Luis Zamora Rubio