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BUTTGENBACH, Henri Jean François
(1874-
Belga, geólogo y mineralogista. Nació en Ensival el 5 de febrero de 1874; 1964). Entra en la Universidad de Lieja en 1892, donde se registra como un estudiante de ingeniería. Fascinado por el estudio de los minerales, asiste asiduamente a las conferencias de Giuseppe Cesaro, quién muestra un interés por él y en 1895 le da una cita como su estudiante-ayudante. Mientras y trabajando en este cargo, en 1896 cambia sus estudios como ingeniero por los estudios en Ciencias.
Sigue siendo un ayudante hasta las 1899. Durante este año hace un viaje científico a México. Poco después, sin esperar completar su curso regular de estudios, navega para América, visita la Baja California y viaja a través de los Andes a lo largo de la frontera entre Argentina y Chile. Posteriormente sus estudios lo llevan a Sumatra, empezando en 1902 los trabajos en África Central. Desembarcando en la boca del Zambeze después de un largo viaje por mar, sube por el rio llegando al Lago Niasa, alcanzando el Lago Tanganica, cruza el Lago Mweru, y por fin llega a Kambove en Katanga. Allí se encontraba una comisión de la Tanganica Concessions, un grupo interesado en las prospecciones de oro y de cobre.
En 1906 estudió los depósitos de oro de la Región de Kilo-Moto, en la parte nororiental del Congo. En este mismo año se fundó la Unión Minera del Alto Katanga, justo y a tiempo para que Buttgenbach sea nombrado miembro de la junta directiva. De 1907 a 1912 ejerció como administrador delegado.
Su segundo viaje a Katanga tiene lugar en 1911. Emprende una serie de exploraciones mineras en muchos lugares (EE.UU. (Florida), Argentina, Holanda, India, África Norte, y Suráfrica) y toma una parte activa en el estudio de sus recursos minerales. Está relacionado su trabajo con el plomo, en Túnez, y los fosfatos, en Florida y en Marruecos. A pesar de que sus actividades industriales le ocupaban mucho tiempo, nunca perdió su interés por los problemas científicos y publica muchos documentos y memorias sobre los minerales de diversas localidades. En 1921 su memoria en belga sobre los sulfuros, cloruros, fluoruros, y los óxidos ganan el premio de la Academia Real. Éste es el año cuando se retiró su profesor Cesaro. Por este tiempo Buttgenbach se había ganado una gran reputación como mineralogista y es elegido sucesor de su ilustre maestro. Su nombramiento se decreta en la fecha del 17 de octubre de 1921. Durante 24 años enseñaría la cristalografía, mineralogía, y la petrografía de las rocas ígneas a los científicos futuros e ingenieros. Profesor Emérito a partir de 1945, todavía realizó dos viajes más a África, uno en 1947, y el último en 1956.
Como puede verse leyendo sus publicaciones, la mayoría de sus trabajos importantes se preocupa por el belga y los minerales congoleños. Puede llamarse el Padre de Mineralogía congoleña. De 1904 en adelante, es raro el año que no publica uno o más documentos sobre las localidades de los depósitos, los minerales o rocas del Congo. Por otro lado muchos de sus estudios también se consagraron a los minerales belgas. Persona sumamente calificada para escribir la monografía definitiva de las especies de los dos países.
Su libro sobre los Minerales de Bélgica y del Congo belga que aparecieron en el año 1947, hasta el momento se sigue utilizando en la enseñanza como modelos. Describió varios nuevos minerales. Algunos de ellos, en la revisión con métodos modernos de investigación, resultaron ser variedades de especies previamente conocidas: la cesarolita (coronadita), katangita ( chrisocola), berthonita ( bournonita). Droogmansita, sólo se encontró una vez, todavía espera la confirmación. Bialita probablemente es una tavistockita del magnesio, pero la fourmarierita (1924) y la thoreaulita (1933) sean considerados como especies válidas. Fue el primero en reconocer la identidad de la kipushita con arakawaita y de la varlamoffita con la souxita. La buttgenbachita, mineral que lleva su nombre, es una especie congoleña nombrada en su honor por Schoep en 1925.
La mayoría de los libros que escribió son libros de texto. Además del citado anteriormente, es de especial mención el titulado Mineraux et les Roches, etudes pratiques de cristallographie, petrographie et mineralogie, publicado en 1917. El éxito de este libro ha sido de hecho enorme: se han realizado ocho ediciones la última (1953) escrito juntamente con J. Mélon, y durante más de cuarenta años ha seguido siendo el tratado práctico principal en la mineralogía y cristalografía en el idioma francés.
Consagró gran cantidad de esfuerzos y tiempo en la organización de un museo mineralógico. Sufrió al ver la mayor parte de sus bellas colecciones destruidas como resultado de la acción del enemigo en 1944. Dos años después, cuando sus sucesores empezaron la reconstrucción del Instituto, se conmovió profundamente por la generosidad de los mineralogistas canadienses y estadounidenses que enviaron bellos ejemplares de minerales bonitos Lieja para reemplazar las pérdidas (ejemplo que fue seguido por mineralogistas de otros países). Murió en Woluwe-Saint-Pierre, cerca de Bruselas, el 29 de abril de 1964.
Miembro de numerosas sociedades científicas: Las Academia Real de las Ciencias de las Letras y las Bellas Artes de Bélgica, Academia Real de Otros Mares, Academia de las Ciencias de la Colonias de Francia, La Sociedad Geológica de Bélgica, La Sociedad Belga de Geología, Hidrología y Paleontología, de la Sociedad Real de las Ciencias de Lieja, la Sociedad francesa de Mineralogia y Cristalografía, de la Sociedad Mineralogica de America, de la Sociedad >Mineralogica de Londres, de la Asociación de Ingenieros de la Escuela de Lieja.
Fue elegido Presidente de la Sociedad Geológica de Bélgica ocho veces. Murió en Woluwe-Saint-Pierre, cerca de Bruselas, el 29 de abril de 1964.
Autor: José Luis Zamora Rubio