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AVICENNA "Abu-Ali al-Husain"
(930-1037).
Conocido en el mundo musulmán como Ibn Sina, (Abo-Ali-Hussein), filósofo y médico islámico persa, nacido cerca de Bujara (hoy Uzbekistán). Hijo de un funcionario del gobierno, estudió medicina y filosofía en Bujara. Con 18 años fue nombrado médico de la corte del soberano samaní de Bujara. Permaneció en ese cargo hasta la caída del imperio samaní en 999, y pasó los últimos 14 años de su vida actuando como consejero científico y médico del gobernante de Ispahán. Considerado por los musulmanes como uno de los mayores filósofos islámicos, Avicena es una figura importante en el campo de la medicina y de la filosofía.
Su obra El canon de la medicina fue durante mucho tiempo un libro de texto preeminente en Oriente Próximo y Europa. Es significativo como clasificación y sumario sistemático del conocimiento médico y farmacéutico de su época y anterior a su tiempo. La primera traducción al latín de esta obra se hizo en el siglo XII, la versión hebrea apareció en 1491 y el texto en árabe en 1593, fue el segundo que se imprimió en lengua árabe. Su obra más conocida es Kitab ash-Shifa (El libro de la curación), un compendio de tratados sobre lógica, metafísica, antropología aristotélica, ciencias naturales y otros temas. La filosofía de Avicena era una combinación de la filosofía de Aristóteles y del neoplatonismo. Al igual que la mayoría de los filósofos medievales, negaba la inmortalidad del alma individual, del interés de Dios por los particulares y de la creación del mundo en el tiempo, todos ellos temas centrales de la corriente principal de la doctrina islámica. Avicena se convirtió en el principal blanco de los ataques de los teólogos suníes, como Algazel.
No obstante, la filosofía de Avicena fue muy influyente a lo largo de la edad media. Fue protegido por los príncipes de Persia, por cuyo país viajó mucho, pero también sufrió grandes contrariedades siendo victima de los envidiosos de su talento que hasta le hicieron encarcelar. Consumido por el abuso de los placeres, dejo de existir a los 58 años de edad. Su nombre queda popularizado en los refranes: Mas mato la cena que curó Avicena, y Mas cura un “no cenas” que cien Avicenas. Escribió poemas en el que destaca el Cántico, y se le atribuye una obra curiosa, De la conglutinación de las piedras, en la que relata la formación de las montañas y otros fenómenos ecológicos
Autor: José Luis Zamora Rubio